Reflexionando después de AP9
Es lo que intentamos, sobre todo, ser críticos con nosotros mismos. De hecho, esta primera experiencia colectiva bajo el nombre de AP9 era una respuesta a buscar otras formas de programación.
La valoración final tiene dos caras, una personal, tal vez la menos importante, y otra general, sin duda de gran valor en el futuro.
Empezamos por la última, que es la más agradable. AP9 ha revelado en A Coruña un espacio fascinante, con una arquitectura singular, unas posibilidades sonoras muy especiales y, muy a destacar, una capacidad camaleónica sorprendente de transformación. No sabemos qué será de este recinto en el futuro, pero sinceramente, creo que habrá un antes y después de AP9. En resumen: asombrosas las posibilidades y sensaciones del garaje de Expo Coruña.
La segunda reflexión ya es personal; y no, ya no vale echar la culpa a los demás, a la crisis, al exceso de programación, etc. Tampoco vamos, a estas alturas, a hundirnos en la depresión porque sabemos cómo funciona el mundo de la cultura especializada. La sorprendente respuesta del público a este evento -poco menos de 100 personas– es un fracaso para SINSAL demasiado grande. Llegar a la gente es una prioridad y de poco vale gestionar un tipo de cultura sostenible –es evidente que el futuro lo exige– si al final se la enseñas a los amigos. Por ello, no sabemos de qué forma y cómo podemos acercarnos a la gente, pero, es evidente, que algo estamos haciendo muy mal si en los tiempos que corren no somos capaces ni de llegar a 500 personas. Reflexionando……..
Por último, otros objetivos se han cumplido: el primero, realizar un evento con un presupuesto de “catering” ha sido un hecho; segundo, cumplir casi nueve horas de espectáculos con una quincena de propuestas, sin apenas incidencias y un retraso de diez minutos en los dos últimos conciertos, es un éxito de organización; tercero, más de cuarenta creadores, sobre todo músicos, han mostrado su trabajo, su excelente nivel creativo en unos tiempos en los que, al menos, talento no falta; cuarto, AP9 ha sido posible gracias a la voluntad de mucha gente que suele estar oculta tras la letra del cartel: técnicos de sonido, técnicos de vídeo, producción de Expo Coruña, etc., también han sido protagonistas; quinto un trabajo colectivo con artistas y creadores de otros campos e instituciones que abren, al menos para nosotros, una nueva etapa; sexto, hemos generado muchísima documentación de vídeo, fotografía y audio: FDI han realizado un montaje de vídeo con todas sus acciones y con el audio de Escoitar; el equipo interno de SINSAL ha grabado todo el evento en vídeo y audio porque igual se emite algún concierto en Radio3; y Escoitar.org ha grabado la acústica del lugar con la intención de trabajar una publicación en el futuro. Es decir, al menos el esfuerzo colectivo no ha quedado en saco roto.
Y ya a modo de resumen, los protagonistas. Fantástica la intervención, el montaje y la calidad de las proyecciones de vídeo: desde A Casa Das Atochas, hasta la intervención y performance de FDI y la sesión de vídeos de los alumnos de Bellas Artes de Pontevedra. Sin duda, todo la instalación de vídeo generó una nueva dimensión al garaje de Expo Coruña.
En cuanto a los artistas, muy bien la representación gallega que, sin ruido informativo, mantienen un nivel más que notable. Hedonistas o Cró son proyectos de excelente nivel audiovisual. Carlos Suarez y Escoitar.org ya están en una liga del paisaje sonoro que ha traspasado nuestros límites geográficos hace años. Y Miguel Prado es un artesano cada vez más elegante con su traje sonoro, lástima que el rock no sepa aprovechar sus cualidades y a muchos nos queda la pregunta de hasta dónde hubiese llegado Triángulo de Amor Bizarro si este caballero continuase en sus filas. Más o menos, igual de increíble que un Dj como David M no pueda poner su excelente música en un club y le obliguen a disfrazar los ritmos con un poco de house o techno.
La representación internacional: bastante bien Arrington de Dionyso en su performance-exposición trabajando sonidos; notable Rene Hell con su revisión de kauftrock espacial y ese korg inundando el garaje; sobresaliente a Live Footage, que han recuperado a la indietrónica de su letargo y ofrecieron el mejor concierto de la noche. Y de especiales hay que clasificar los otros conciertos: el de Diva Dompe y su show de lentejuelas entre las tuberías industriales fue aire fresco y divertido, aquí o en cualquier escenario; apoteósica la contundencia y densidad de FM Einhait y Massimo de ZU con un directo que desde el primer minuto exhibe el talento de sus creadores; y mucho futuro en el recorrido de RAIME, dupstep minimalista muy oscuro que, la memoria nos ha avisado, más tarde o temprano suele colarse en la música popular, siempre ojo atento a los sonidos nuevos (mírese el nuevo boom de James Blake).
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