SOSOAUDIO 009
REFERENCIA: SOSOAUDIO_009
TÍTULO: BIENVENIDOS AL PRIMER REINO MEDIEVAL DE EUROPA
CLIENTE: RÍA DE VIGO E BAIXO MIÑO XEODESTINO
AÑO DE PUBLICACIÓN: Enero del 2021
FORMATO: Postal Sonora, Talking Postcard, Postal Disco, Music Postcard
TIRADA: 1000 copias
DISEÑO DE LA POSTAL: David Sierra.
PRECIO: gratuita.
Datos de la postal sonora:
Música de la postal: Ángel Rodulfo (Baiona, 1880 – Vigo, 1956).
Fragmento de la obra: Preludio del apropósito lírico, la Virgen de la Roca.
Intérprete: Alejo Amoedo. Grabación realizada en el auditorio Martín Códax del Conservatorio Superior de Música de Vigo el 22-12-2020.
Ilustración: David Sierra. Imagen de la Virgen de la Roca, Baiona. Escultura del arquitecto Antonio Palacios (O Porriño, 1874 – Madrid, 1945).
Historia: ilustración de la Virgen de la Roca, escultura construida en granito sobre las rocas del monte Sansón por el gran arquitecto porriñés Antonio Palacios. La obra, de 15 metros de altura, fue inaugurada en el año 1930 y representa a la Virgen sosteniendo en su mano derecha una barca a la que se accede por una escalera interior de caracol realizada en piedra. La cara y las manos de la Virgen son de mármol blanco, obra de Ángel García, y su corona fue construida en porcelana.
La música de la postal, interpretada por el pianista Alejo Amoedo, es el Preludio del apropósito lírico “La Virgen de la Roca”, composición del sacerdote Ángel Rodulfo . Esta zarzuela, con letra de José María Barreiro, estaba ambientada en Baiona y se estrenó en septiembre de 1910. También se presentó en el Teatro Real de Madrid y tuvo hasta siete representaciones más, entre 1911 y 1924, por diversas localidades gallegas como Santiago de Compostela, Caldas de Reis, Vilagarcía de Arousa, Vigo y Baiona, con el objetivo principal de recaudar fondos para terminar este monumento del genial arquitecto gallego.
La postal sonora o “talking postcard, phonokarten, carte postale, etc.” fue un formato que nació con el desarrollo de la música enlatada, es decir, ya en los primeros tiempos del gramófono. Al principio, eran discos de resina pegados al cartón de la postal sobre el que se perforaba el oportuno orificio concéntrico. Más tarde, ya con el microsurco, esa resina recubría con una película transparente la postal y sobre ella se imprime el surco.
En este formato fueron comercializadas por todo el mundo con diferentes nombres y durante muchos años, en aquellos expositores con postales “típicas” de los lugares más turísticos de cada ciudad, compartían espacio estas “cartas sonoras” en las que, además de la fotografía de ese edificio o paisaje peculiar, había una canción grabada, casi siempre, con música tradicional de la misma región.